El tofu o queso de soja es la cuajada de la leche de soja. Sus ingredientes son soja, agua y un solidificante o coagulante. Tiene una textura firme, parecida a la del flan o ciertos quesos (a veces, algo gomosa), un sabor delicado y un color blanco crema. Es muy empleado en la cocina asiática, y cada vez más conocido en Occidente, especialmente entre los vegetarianos. Si se cocina con alguna especia, adquiere su sabor.

Desde el punto de vista nutritivo, es un buen reemplazante de la carne, por su riqueza en proteínas de buena calidad: contiene los diezaminoácidos esenciales, por ejemplo la lisina, de la cual carecen muchos cereales. Por supuesto,no contiene colesterol, es bajo en calorías y tiene fibra (que provoca saciedad), todo cual lo hace ideal para dietas adelgazantes saludables.

El tofu es muy fácil de digerir, ayuda a la memoria (por la lecitina), y contiene más minerales y calcio que la carne. Con él, podemos realizar muchas cosas: estofarlo, empanarlo, hacerlo la plancha, en croquetas, en sopas, en mayonesa, en postres, en salsa bechamel, etc.

Una receta para hacer tofu

Lavar 250 gramos de porotos de soja y colocarlos en 2 litros y medio de agua. Dejar en remojo de 12 a 18 horas. Procesar la soja con el agua.

Hervir un litro y medio de agua. Agregar la mezcla anterior. Cuando suba la espuma, bajar a fuego medio durante 40 minutos. Volcar la mezcla sobre un colador con un lienzo y obtener la leche. Calentarla y agregarle 2 cucharadas de cloruro de magnesio (previamente diluido en agua). Revolver despacio con una cuchara de madera. Entre los 5 y los 10 minutos, debe comenzar a cuajar.

Sacar del fuego; colar, sacarle todo el suero. Poner la leche cortada en un colador de pasta con un lienzo (con esto se saca todo el suero y se da forma). Prensar.