La dieta crudívora, también llamada “crudista” o “alimentación arco iris”, en realidad, es una de las tantas variantes del vegetarianismo. Propone seguir un régimen alimentario constituido exclusivamente por frutas y vegetales crudos, sin pelar, sin fermentar, sin conservantes, etc. (A los que siguen este régimen se los llama “crudívoros” o “crudistas”. Se puede ser crudívoro si al menos se consume un 70 % de alimentos en esas condiciones.)

Al no cocinarlos, los alimentos conservan sus propiedades físico-químicas y, por ello, las nutricionales. La cocción hace que pierdan parte de sus vitaminas (hasta un 50%), proteínas, sales minerales, azúcares y grasas.

También pierden enzimas (amilasas, proteasas y lipasas) necesarias para la digestión. Cocinar a más de 50 grados centígrados las degrada o destruye. Ingerir alimentos sin enzimas dificulta la digestión, lo que a su vez aumenta la toxicidad del organismo y hasta lleva a un exceso de consumo de comida, con su consecuente obesidad, y enfermedades crónicas como el síndrome metabólico.

Los alimentos cocinados, en muchos casos, también producen más acidez.

Los alimentos crudos, por su parte, contienen bacterias y otros microorganismos que favorecen el sistema inmunitario, al poblar el tracto digestivo con la benéfica flora intestinal.

Algunos productos, como las frutas y las hortalizas, consumidos crudos, contienen gran cantidad de antioxidantes y, por ello, retrasan algunas síntomas del envejecimiento.

La dieta crudívora también puede incluir: frutos secos, semillas germinadas, leche (pasteurizada pero no “larga vida”), huevos frescos.

La dieta crudívora elige alimentos de estación, totalmente libres de productos tóxicos (“orgánicos”). Ayuda a bajar de peso considerablemente y, al mismo tiempo, a desintoxicar el organismo. También es práctica, ya que evita las “complicaciones” de cocinar…

De todas maneras, algunos alimentos necesitan cierta preparación, como las legumbres y los cereales, que deben ser puestos en remojo durante bastante tiempo, para ser más digeribles.

Una variante más radical de la dieta crudívora, llamada “frugívora”, consiste en ingerir solamente frutas crudas.

Ver también: La dieta crudívora.