La dieta de la compensación es un régimen que enseña cómo compensar los excesos que suelen cometerse durante determinadas festividades; por ejemplo, las navidades y los finales de año. O en otras ocasiones en las que uno no puede cuidarse como debería.

Incluye una alimentación equilibrada, conveniente para compensar los típicos atracones de grasas y dulces, propios de estas épocas y situaciones. Es una dieta que tiende a la regeneración celular, antioxidante y diurética.

Se destaca en ella una adecuada proporción de nutrientes básicos: proteínas, carbohidratos, minerales como el selenio, vitaminas del grupo B, y vitaminas A, C, E y K.

Como en otras dietas, se recomienda no suprimir comidas, ya que esto puede llevar a excesos posteriores (por ejemplo, en la cena). Hay que prepararse de 5 a 6 comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda, cena y algo antes de irse a dormir). Esto ayuda a mantener equilibrados los niveles de insulina y glucosa, y aumenta el gasto de calorías.

Los alimentos más recomendados son:

- Verduras: tomate, espárragos, ajo, berenjena, apio, cebolla, lechuga, puerro, pepino, zanahoria, pimiento rojo y verde, acelgas, espinacas, alcachofas.

- Frutas: naranja, kiwi, piña, pomelo.

- Lácteos: leche y yogures desnatados (con sabores), quesos magros.

- Cereales y derivados: pan integral (tostado), cereales variados para desayunar, barritas de cereales (sin azúcar), galletas integrales.

- Pastas y arroz (integrales).

• Pescados y mariscos: trucha, atún, lubina, gambas, sepias.

• Carnes: vaca (magra), pavo (pechuga).

• Embutidos: jamón cocido y serrano (poco).

• Bebidas: té verde o rojo, gazpacho, caldo vegetal, manzanilla con anís.

• Otros: huevos, aceite de oliva, mermeladas light, sal baja en sodio, pimienta negra, vinagre de manzana.

La dieta de la compensación propone menúes hipocalóricos pero sin exigir ayunos ni exageraciones. La idea es depurar el organismo, y para esto pueden llegar a bastar un par de días. De hecho, debe ponerse en práctica el día siguiente del exceso, y nunca prolongarse por más de tres días.