La dieta de la zona es un régimen desarrollado en los libros del bioquímico Barry Sears. Se ha hecho muy popular en los últimos 15 años, entre otras cosas, gracias a su empleo por parte de celebridades como Jennifer Aniston.

Esta dieta propone un consumo de calorías a partir de carbohidratos, proteínas y grasa, en una proporción de 40%, 30% y 30% respectivamente.

“Zona” es el término que usa Sears para describir un equilibrio hormonal adecuado. Si los niveles de insulina son muy bajos o muy altos, y los niveles de glucagón no son muy altos, se liberan unos químicos antiinflamatorios que tienen un efecto similar a la aspirina, pero sin sus desventajas. Sears dice que la relación de 30:40 entre proteínas y carbohidratos es la que provoca esto, y que los antiinflamatorios naturales son buenos para el corazón y la salud en general.

El equilibrio calórico en el organismo es más eficiente y hace que no deba guardar un exceso de calorías como grasa, ya que no se puede conservar grasa y quemarla al mismo tiempo. Usar la grasa guardada para obtener energía provoca la pérdida de peso deseada.

Otro aspecto fundamental de la dieta de la zona es el beneficio de consumir los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 en una proporción particular.

El menú de la zona es estrictamente individual; las cantidades de alimentos se especifican según peso, porcentaje de grasa corporal y actividad física del usuario.

Se aconseja realizar 5 comidas al día (2 de ellas, ligeras) y no pasar más de 4 horas sin comer, pues esto dispararía la tasa de insulina.

Alimentos recomendados

Hidratos de carbono. Hay que evitar alimentos con alto índice glucémico, como el azúcar refinado, la miel, la glucosa, el pan blanco, las patatas y todos los productos hechos con harina blanca (refinada). Tomar los de absorción más lenta: frutas, verduras, legumbres y cereales integrales (la fibra ayuda a descender la absorción de azúcares y grasas, tanto en cantidad como en velocidad).

Proteínas. Vegetales: tofu, gluten o seitán, alga espirulina, levadura de cerveza, germinados de lentejas o soja y todas las legumbres. Animales: pollo, pavo y conejo; pescados azules; jamón magro. Evitar los lácteos y las carnes rojas.

Grasas. Las mejores se obtienen de aceite de oliva, aceitunas o mayonesa.

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