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Jorge Grippo

Cómo es la dieta neurobiológica

La dieta neurobiológica fue creada, en Argentina, por el doctor Norberto Russo, especialista en desórdenes alimenticios y director del Centro de Nutrición y Vida Sana. Ha tenido gran aceptación en Estados Unidos y algunos países europeos.

Es un régimen tendiente no sólo a adelgazar, sino también a actuar sobre las causas y las consecuencias de la obesidad en la salud de la persona. Se busca enseñar a alimentarse, incorporando técnicas de conducta para aprender qué comer y, sobre todo, cómo comer.

La clave de la dieta neurobiológica está en una óptima combinación de los alimentos, lo que facilita una absorción total y una asimilación mejor de los nutrientes por parte del organismo.

La dieta se basa en el Índice Glucémico (IG), que mide la glucosa en sangre tras consumir determinados alimentos. Si el IG está elevado, el páncreas segrega una cantidad mayor de insulina, lo que favorece la formación y la acumulación de grasa. Por ende, la dieta neurobiológica propone ingerir alimentos con bajo IG, en especial durante la noche, además de consumir más aminoácidos y menos hidratos.

Algunos ejemplos de IG: zanahorias cocidas (92); miel (87); arroz blanco (72); patatas cocidas (70); pan blanco (69); arroz integral (66); pasas (64); remolachas (64); plátanos (62); pasteles (59); azúcar blanca (59); papas fritas (51); espaguetis de harina refinada (50); uvas (45); espaguetis de trigo integral (42); naranjas (40); manzanas (39); tomates (38); helados (36); yogur (36); leche entera (34); leche desnatada (32); lentejas (29); salchichas (28); melocotón (26); pomelo (26); ciruelas (25); soja (15); cacahuates (13).

La dieta neurobiológica puede hacerse durante 15 días de forma estricta, y luego flexibilizarla 15 días más; no debería extenderse. Está especialmente indicada para personas con sobrepeso acompañado de ansiedad (porque ayuda a la producción de saciedad). No es conveniente para diabéticos, ni para mujeres embarazadas o lactantes.

Como en la mayoría de las dietas serias, se aconseja hacer ejercicio; por lo menos, una caminata diaria (veinte minutos).

 

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