Las dietas psicológicas se basan en que el comportamiento alimenticio de cada persona tiene que ver con su psicología y que ambos se influyen recíprocamente. Entonces, se concluye que el factor psicológico es crucial para cualquier régimen de adelgazamiento.

Entre las dietas psicológicas, una de las más conocidas es la psicodieta, creada por el médico italiano Marco Pascalli, quien ha trabajado con Nicola Sorrentino, especialista en Ciencias de la Alimentación Dietética de la Universidad de Milán, y la doctora Silvana Dallera.

La psicodieta es un régimen alimenticio basado en una sencilla clasificación de los comportamientos alimentarios. Luego, se le asigna a cada tipo una dieta diferente, que incluye alimentos que actúan como compensación psíquica de esos comportamientos.

Los tipos alimentarios en de la psicodieta y sus respectivas dietas son:

1. Agresivo

- Características: carnívoro, gusta de la vida moderna, disfruta las comidas de olor y sabor intenso, el picante, y sustancias estimulantes como el café o el tabaco; elige alimentos crujientes porque masticar es una forma de canalizar tensiones.

- Dieta: a base de comidas de sabor muy definido; debe incluir carne de ternera, pollo y conejo, y alimentos crujientes como pan, zanahoria, rabanitos, hinojo, col, brócoli, quesos fuertes.

2. Depresivo

- Características: come de forma compulsiva, sin demasiadas preferencias; es una especie de distracción para él; cuando se siente triste, solo o aburrido, “ataca” la nevera como si intentara llenar un vacío interior.

- Dieta:busca incluir verduras listas para poder preparar una ensalada, pastas, arroz, queso trozado, sopa (platos que sacian rápidamente, por su volumen).

3. Regresivo

- Características: es el eterno adolescente agobiado por problemas de angustia e insomnio; comer le devuelve la tranquilidad; le fascinan los dulces.

- Dieta: a base de alimentos dulces y azucarados, aunque de forma controlada.

4. Defensivo

- Características: busca en la comida compensación emocional y defensa contra la vulnerabilidad; al comer, siente que recarga su energía; la grasa se le convierte en una suerte de escudo protector imaginario.

- Dieta: debe incluir alimentos energéticos, como hidratos de carbono, preferiblemente complejos (pan, pasta, legumbres, arroz, patatas, frutas).