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Jorge Grippo

Cómo es la dieta Cohen, segunda parte

La dieta Cohen se basa en 13 principios:

1: Todo debe estar permitido. La enemiga principal de las dietas es la frustración. Hay que organizar la alimentación para variarla al máximo, sin olvidar incluir algunos alimentos de “placer”. 2: Este es un régimen interactivo. Las dietas estándares, en las que todo está impuesto, nunca son eficaces en el largo plazo. Por esto se propone una lista de alimentos equivalentes, donde cada persona puede elegir el que más le guste. 3: Conservar las mezclas y el equilibrio. La utilidad de este sistema es que “llena” el estómago y el intestino, y provoca una sensación de saciedad, a la vez que aumenta el trabajo digestivo, todo lo cual contribuye a gastar más energía, y por ello favorece el adelgazamiento. 4: No cambiar de vida. Aunque se esté a régimen, hay que cumplir con todas las obligaciones habituales. Se deben buscar soluciones para enfrentar las ganas de “picar” o ante algunos alimentos; por ejemplo, cuando se tiene una comida de negocios o una cena en casa de amigos. 5: Cada uno debe ir a su ritmo. Se puede adaptar el régimen en función de los propios deseos. Además, se puede seguir uno u otro cuanto tiempo se quiera, o incluso alternar diferentes tipos de dieta. 6: Se trata de regímenes variados y reeducadores. Gracias a esto, se debería volver a disfrutar del auténtico sabor de muchos alimentos. 7: Dietas que no son de temporada. La gran variedad de alimentos propuestos permite encontrar, según las estaciones, los ingredientes indispensables para seguir un régimen. 8: No olvidar ciertas reglas. Sólo están autorizadas las bebidas sin azúcar ni alcohol. Yogures con 0 grasa. Hortalizas y verduras frescas, etc. 9: La ventaja de las sopas. Un estudio reciente ha demostrado que las sopas no trituradas (con trocitos de verduras) tienen un efecto saciante muy importante, lo cual confirma la importancia de este tipo de platos durante un régimen. 10: Saber repartir los alimentos. Cada uno tiene sus propios hábitos alimentarios. Es mucho más eficaz y recomendable comer al propio ritmo, siguiendo esos hábitos, en vez de contradecirlos. 11: La comida también “entra” por los ojos. El modo de preparación y de presentación de los alimentos es muy importante. 12: Comer sencillo. Por supuesto, se puede recurrir a las recetas propuestas, pero no hay que intentar (sobre todo, al principio) lanzarse a practicar “alta cocina” con alimentos dietéticos. 13: No culpabilizarse nunca. Por fin, y sobre todo, no hay que sentirse culpables por tener sobrepeso o no lograr adelgazar lo suficientemente rápido. Ver también: Cómo es la dieta Cohen, primera parte

 

 

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