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Jorge Grippo

Dieta para jovencitas, segunda parte

  1. Come con moderación. Esto no significa suspender algo por completo. Una vez a la semana, puedes darte algún gusto, como carne roja o un postre muy calórico. Lo disfrutarás más y bajará tu ansiedad por comerlo. Lo que sí deberías considerar suspender es la “comida chatarra”, los dulces y los refrescos muy azucarados. Nada de esto es natural ni sano.
  2. Haz algo de ejercicio, si no está incluido suficientemente en tu tarea escolar. No pases tanto tiempo sentada frente a la televisión. Disfruta de caminatas al aire libre (aunque sea para ir hasta a la escuela), anda en bicicleta o ve a nadar. Sacar a pasear a tu perro es una buena idea también. Una sesión de ejercicio debería durar mínimamente 30 minutos. No hace falta tener un entrenador personal, hacer pesas o “matarse” en una cinta. Pero sí es buena señal cuando se suda bastante y luego se tiene mucha sed.
  3. Planea tu semana. Tanto en relación con la comida como con el ejercicio. No es excusa tener una heladera vacía o con mala comida. No te saltees comidas, pero tampoco “piques” todo el tiempo entre ellas. El desayuno es muy importante para darte más energía y menos apetito durante el día. No comas por aburrimiento o por tristeza (si te ocurre esto, habla con tus padres, quizás necesites ayuda profesional, no tiene nada de malo conseguirla).
  4. Trata de evitar comer después de las siete de la tarde. A esa hora, el cuerpo empieza a digerir los alimentos de manera inadecuada, produciendo más grasa.
  5. No agregues sal o azúcar a tus comidas innecesariamente.
  6. No esperes perder peso en una parte de tu cuerpo más que en otras. Esto depende más de la genética que de lo que hagas al respecto. Hábitos saludables y un ejercicio localizado pueden ayudar, pero no hacer milagros.
  7. Si logras alcanzar un peso deseado, no cambies de hábitos. El efecto “rebote” puede ser muy contraproducente, tanto para tu cuerpo como para tu ánimo. Lucha por mantenerte más delgada y sana.
  8. No abuses de la balanza. Puedes llevar un “diario” de tus progresos, pesándote una vez a la semana, pero no a cada rato. Usa el diario también para llevar la cuenta de los alimentos que has comido y los resultados que ellos te han permitido alcanzar.
  9. La cantidad de calorías diarias varía entre 1.800 y 2.400, según tu complexión física, tus actividades, etc. No te obsesiones con estas cantidades, pero trata de no sobrepasarlas.
  10. Intenta hacer ejercicios de relajación, e incluso de meditación. Dan muy buenos resultados sobre tu ánimo cotidiano.
  11. ¡Suerte!

Ver también: Dieta para jovencitas, primera parte

 

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