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Jorge Grippo

Edulcorantes, segunda parte

Casi desde el inicio de su desarrollo y comercialización, hay una dura controversia sobre los riesgos que los edulcorantes artificiales podrían traer a la salud. Los más cuestionados son la sacarina y el aspartamo. 

Algunos estudios han mostrado que el aspartamo produce tumores cerebrales y cáncer linfático en animales de laboratorio, pero es poco probable que esto mismo afecte a los seres humanos. La FDA (U.S. Food and Drug Administration) determinó, en 1981, que el aspartamo es seguro para ser empleado en alimentos (aunque antes lo había negado). Sí ha reglamentado que todos los productos que contengan aspartamo deben incluir una advertencia dirigida a los pacientes fenilcetonúricos, ya que este edulcorante contiene fenilalanina (como muchos alimentos). Algo similar pasó con la sacarina, que fue el primer edulcorante sintético, descubierto por casualidad. Algunos países han llegado a prohibir su uso, aunque no hay estudios definitorios sobre sus efectos perjudiciales en los seres humanos. Es evidente que muchas de estas controversias están oscurecidas por razones comerciales, más que científicas.

Sustitutos del azúcar

(Se indica la cantidad de veces que multiplican el dulzor de la sacarosa, por peso.)

Naturales

Brazeína: 800 Curculina: 550 Eritritol: 0,7 Fructosa: 1,7 Gliciricina: 50 Glicerol: 0,6 Hidrolizados de almidón hidrogenado: 0,4-0,9 Lactitol: 0,4 Lo Han Guo: 300 Mabinlina: 100 Maltitol: 0,9 Manitol: 0,5 Miraculina: n Monelina: 3.000 Pentadina: 500 Sorbitol: 0,6 Stevia: 250 Tagatose: 0,92 Taumatina: 2.000 Xilitol: 1 Artificiales

Acesulfamo K: 200 Alitamo: 2.000 Aspartamo: 160-200 Sal de aspartamo-acesulfamo: 350 Ciclamato: 30 Dulcina: 250 Glucina: 300 Neohesperidina dihidrocalcone: 1.500 Neotamo: 8.000 P-4000: 4.000 Sacarina: 300 Isomalt: 0,45-0,65

 

 

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