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Jorge Grippo

La dieta mediterránea

La dieta mediterránea es un tipo de alimentación que se basa en las costumbres alimentarias de algunos países del Mediterráneo, especialmente España, Italia, Grecia y otros, incluyendo el norte africano.

Dado que se caracteriza por el consumo de alimentos frescos, sobre todo frutas y verduras, y esto combate la producción de grasa corporal, se la considera tanto un régimen de salud como de conservación de un adecuado peso corporal. Si a esto se le suma una actividad física razonable, las posibilidades de adelgazar y mantenerse en forma crecen exponencialmente.

Proponemos algunas variantes de menúes para desayuno-merienda, almuerzo y cena.

Para desayunar y merendar, se puede elegir entre: café o té con leche desnatada y galleta o tostada con queso blanco; café o té, con yogur desnatado; frutas variadas.

Para almorzar, se puede elegir entre: ensalada vegetal y pescado; ensalada vegetal y pollo a la plancha (sin piel); ensalada de verduras y un bistec a la plancha; espaguetis con salsa de tomate; ensalada de verduras y filete de pollo a la plancha; frutas (sólo una vez por semana); ensalada vegetal y atún (a la plancha o al horno).

Para cenar, se puede elegir entre: brócolis (con limón); ensalada de zanahoria rallada y huevo; ensalada de espárragos y palmitos (con limón); ensalada de verduras frescas; caldo de verduras y coles de Bruselas; ensalada de tomate y frutas.

Algunos consejos adicionales: no abusar del pan; no consumir bollos o dulces; beber dos litros de agua por día (depura y saca la sensación de hambre); usar aceite de oliva; elegir siempre alimentos poco procesados; agregar carnes rojas y huevos, con moderación.

En el Mediterráneo, el agua es la bebida por excelencia. Pero el buen vino nunca se descarta: siempre moderadamente y en las comidas.

Hacer alguna actividad física todos los días.

 

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