Árbol muy parecido al melocotonero; se diferencia por su menor tamaño y por dar un fruto de piel lisa y más brillante. Este fruto es una drupa (pericarpio membranoso, mesocarpio pulposo, endocarpio leñoso), de forma más o menos globosa, con una línea de sutura y una cavidad alrededor del pedúnculo.El hueso o carozo es libre, no está pegado a la pulpa como en el melocotón (durazno). Al contrario de lo que a veces se cree, la nectarina no es una mezcla de melocotón y ciruela. Es una variedad espontánea de melocotón, surgida sin intervención humana. La nectarina, también llamada briñón, berisco, pelón, pavía o ratón, es una variante del durazno con piel no vellosa. Muchas veces, esta variante nace del propio duraznero, como un brote mutado que se puede injertar para preservar y reproducir la nueva especie. La palabra “nectarina” procede de “néctar” y alude, por supuesto, a su espléndido sabor. Las nectarinas se pueden consumir frescas o cocidas, para la elaboración de compotas, conservas, mermeladas, jaleas y confituras. Puede encontrarse como relleno de postres, tartas, pasteles, crepes, e incluso en sorbetes. El sabor de la nectarina es ligeramente ácido, lo que indica que es rica en vitamina C (ácido ascórbico). Apenas tiene calorías: sólo 55 por cada 100 gramos; contiene básicamente azúcar, agua, fibra, vitaminas y minerales (el potasio, por ejemplo, es un buen regulador del metabolismo y sus líquidos). Es como una bebida energética masticable… Al no tener vello en la piel, es más fácil comerla con ella, lo que proporciona un aporte extra de fibra. Su color amarillo-anaranjado se debe al contenido de betacaroteno, una sustancia que el organismo transforma en vitamina A, beneficiosa para evitar la oxidación de los tejidos, reforzar el sistema inmune, mejorar la piel, la visión y la audición, etc. Tiene un alto poder depurativo del organismo, y es ideal para incluir en dietas desintoxicantes y para bajar de peso. Se puede comer sola, pero combinarla con otros tipos de frutas es mucho mejor aun.