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Jorge Grippo

Omega 3

Los omega 3 (u omega-3) son ácidos grasos esenciales (el organismo humano no puede producirlos a partir de otras sustancias) poliinsaturados, que se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados (por regla general, los llamados “azules”); y también en algunas fuentes vegetales, como las semillas de lino y de chía, el sacha inchi (48% de omega 3), los cañamones y las nueces. Algunas fuentes de omega-3 también pueden contener otros tipos, como los omega-6. Se los llamó “vitamina F” hasta que análisis más precisos determinaron que realmente formaban parte de los ácidos grasos. Los principales ácidos grasos omega 3 son el ácido linoleico, el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA). Fueron descubiertos, en 1982, por el investigador Ralph Holman, como resultado de un estudio sobre la dieta de los esquimales. Experimentalmente, se ha demostrado que el consumo de grandes cantidades de omega-3 aumenta el tiempo de coagulación de la sangre, lo cual explica que, en comunidades que consumen muchos alimentos con este ácido (esquimales, japoneses), la incidencia de enfermedades cardiovasculares sea muy baja. Otros beneficios parecen ser: estimulación cerebral y del sistema inmunológico; buena influencia sobre el bebé en el embarazo; combatir la depresión y los dolores menstruales; mejorar el rendimiento escolar; fortalecer la retina, etc. Sin embargo, si se ingieren suplementos de omega 3, hay que hacerlo con cuidado, porque el aceite de pescado también contiene cantidades peligrosas de dioxinas, mercurio y otros metales pesados. Ahora es muy común enriquecer con omega 3 algunos alimentos (por ejemplo, la leche y sus derivados). Las fuentes más ricas en omega 3 son los peces de agua fría, incluyendo el salmón. Otras fuentes importantes son los pescados azules, entre estos la sardina (que tiene una proporción de 1:7 entre omega 6 y omega 3). Pero un estudio demostró que el omega 3 contenido en las nueces es más efectivo para reducir el colesterol en sangre que los del pescado. Otras alternativas en el mundo vegetal son la chía o salvia hispánica, el lino y las semillas de calabaza.

 

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