Okinawa es una isla del sur de Japón cuyos habitantes viven más tiempo, con plena salud, y son más delgados. Esto llevó a que ese estilo de vida fuera intensamente estudiado por científicos, lo que dio origen a una famosa dieta: la dieta de Okinawa.

Este régimen se basa en tres aspectos: alimentación, ejercicio y relax. En cuanto a los alimentos, se caracteriza por ser una dieta semivegetariana, pobre en materias grasas (menos de 25% de calorías totales, sólo 1.100-1.300 por día).

- Pescado: la comida favorita, de una a tres veces al día. Los preferidos son el salmón y el atún, ricos en ácidos grasos omega 3.

- Alto consumo de vegetales y frutas, especialmente zanahorias, coles, algas, cebollas, pimientos verdes y soja.

- Granos (arroz, maíz, distintos tipos de trigo, etc.).

- Carne roja y huevos: sólo una porción diaria.

- Soja en sus variadas formas.

- Alimentos ricos en calcio (pero más vegetales que lácteos).

- Té verde y negro. Ricos en antioxidantes; sin leche ni azúcar.

- Aceites vegetales (oliva, canola, soja, girasol) y mayonesas elaboradas con ellos.

- Condimentos con hierbas, pero no sal.

- Agua. Se beben de 8 a 12 vasos de agua por día.

Los habitantes de Okinawa son activos; permanentemente practican sencillas actividades al aire libre: caminatas, pesca; su principal medio de transporte es la bicicleta.

Llevar una vida relajada, tranquila y en familia, es un objetivo principal de sus vidas. Sólo vale la pena vivir si se es feliz.

Uno de los secretos de los okinawenses es el “Hara Haci Bu”: dejar de comer cuando se está un 80% satisfecho, “lleno”. El cuerpo tarda algunos minutos en informarle a la mente que ya no necesita comer más; la regla del 80% sirve para darle al cerebro ese margen y no comer en exceso.

Ejemplo de menú diario

Desayuno: pan de centeno, queso fresco, manzana y té.

Comida: tofu, pasta y habas, ensalada de champiñones y té.

Cena: pescado, arroz integral, pepino, naranja y té.