La dieta Pritikin se llama así por su creador, el doctor Nathan Pritikin (1915-1985), quien la desarrolló en la década del ochenta del siglo XX. El doctor Pritikin es autor del libro The Pritikin Principle, the calorie density solution, donde expone la importancia de basar la nutrición en productos naturales, que tienen menor densidad calórica. Al principio, este método se utilizó para tratar enfermedades cardiovasculares pero, al comprobarse que también permitía adelgazar, se comenzó a aplicar también a este fin.

La dieta Pritkin es un régimen que se basa en un bajo consumo de grasas y una alimentación rica (75%-80%) en carbohidratos complejos y fibras. Fundamentalmente, propone el consumo de vegetales, frutas, granos y cereales. No permite proteínas animales, alimentos procesados (como la pasta y el pan), huevos, ni la mayoría de las grasas. Es un régimen opuesto a la famosa dieta Atkins, que exige la ingestión de grandes cantidades de proteínas y un mínimo de carbohidratos.

Con la dieta Pritikin, se pueden perder hasta 3 kilos por semana, siguiendo sus principios:

• Hacer tres comidas principales y dos colaciones intermedias, para evitar la ansiedad del apetito y quemar grasas rápidamente.

• Comidas con baja densidad en calorías, para “llenar” el estómago sin sufrir apetito voraz.

• Hacer ejercicio diariamente.

La densidad de calorías se refiere a la cantidad de éstas que están concentradas en un alimento; varía según el grupo de alimentos. Los de menor densidad calórica son los vegetales, mientras que las grasas son los de mayor densidad calórica.

La dieta Pritikin enseña a combinar los alimentos de baja densidad con los de alta densidad, para lograr un equilibrio nutricional y bajar de peso. Las verduras son los alimentos más recomendados, y las frutas ocupan el segundo lugar (no tanto en zumos, porque no producen tanta saciedad).

Las principales ventajas de la dieta Pritikin son: su aporte de fibras y proteínas, que facilita la sensación de saciedad; el consumo de carbohidratos complejos, que ayudan a una mejor digestión; la baja del nivel de colesterol; no hay que contar las calorías ni controlar las porciones.

Su mayor inconveniente es que es una dieta bastante restrictiva en cuanto a lo que permite comer y su aporte de materias grasas es mínimo.

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