La manzana es una fruta pomácea comestible, que se obtiene del manzano doméstico (Malus domestica), otros manzanos (especies del género Malus) o híbridos. Es una de las frutas más cultivadas del mundo; en 2005, se produjeron 55 millones de toneladas. Puede comerse fresca, con o sin cáscara, y también se pueden hacer con ella compotas, zumos, tartas, sidras, vinos. La manzana es una fruta imprescindible en muchas dietas para adelgazar: aporta solamente 80 calorías por cada 150 gramos, pero estas calorías no proceden de materias grasas. Además de las dietas generales, existen algunas específicas, con varias versiones, que se enfocan en esta deliciosa fruta. Con la dieta de la manzana, lo primero que se baja es el abdomen y la cintura, partes del cuerpo muy “difíciles de atacar”. Después de terminar este régimen, hay que evitar la carne de cerdo y, en general, las grasas, porque el aparato digestivo ha quedado totalmente “limpio”. De hecho, muchas veces se utiliza este tipo de régimen por 2 o 3 días para desintoxicar el organismo antes de iniciar otra dieta más extensa y equilibrada. Se aconseja beber un mínimo de 8 vasos de agua por día, y evitar los refrescos con gas, aunque sean “dietéticos”. Al contrario de otras dietas, no se recomienda hacer ejercicio mientras se hace; sí, tratar de dormir las horas suficientes para descansar bien (alrededor de ocho).

Veamos un ejemplo de dieta para 3 días (se rebajan unos 2 kilos) Desayuno: té, café, o mate (con edulcorante); 1 manzana rallada. Almuerzo: 2 manzanas ralladas y un yogur dietético. Merienda: 1 yogur dietético. Cena: 2 manzanas ralladas y un yogur dietético.

(Las personas muy ansiosas deberían comer manzanas rojas; las muy irritables, ya estresadas, manzanas verdes.)

Ver también La dieta de la manzana - Menú 7 días La dieta de la manzana - Menú 4-5 días