El resveratrol (o reverastrol) es una fitoalexina —sustancia que se produce en respuesta a condiciones de estrés que padecen determinadas plantas— que está presente en las uvas y en productos que derivan de ella, como el vino, el mosto, etc. También se encuentra en otros alimentos, como las ostras, el maní, los arándanos, las nueces. Además, se puede producir por síntesis química. Hallado por primera vez en la década del 40, actualmente, el resveratrol es sujeto de muchos estudios sobre sus efectos en animales y seres humanos. En experimentos con ratas y ratones, se han informado algunos efectos beneficiosos: anticancerígeno, antiinflamatorio, antifibrótico, baja del azúcar en la sangre, cardiovasculares, contra la oxidación y el envejecimiento consiguiente. No todos estos resultados se han verificado en los seres humanos. Estudios recientes han sugerido que esta sustancia también sería benéfica en el tratamiento de la obesidad. Investigadores de la Universidad de Harvard han llegado a afirmar que el resveratrol es el Santo Grial de la investigación sobre el envejecimiento. También se citan investigaciones realizadas por otras instituciones prestigiosas, tales como la Universidad Johns Hopkins, el Instituto Salk, la Universidad de California, la Universidad de Sevilla. Sin embargo, la polémica sobre este nuevo “elixir de la juventud” recién empieza. El vino tinto es rico en resveratrol, y el vino blanco también posee cierta cantidad. Por eso, muchos estudios han presentado al resveratrol como el ingrediente en el vino que protege de enfermedades cardiovasculares; es decir, la explicación de la famosa “paradoja francesa”: los franceses comen muchos alimentos ricos en grasas, pero se mantienen más sanos de lo que se esperaría, y esto podría deberse al vino tinto que toman. Lo mismo vale para la dieta Mediterránea en general: “Un vaso de vino por día” es uno de sus lemas. Otros estudios de laboratorio han sugerido que el resveratrol tiene propiedades neuroprotectoras. Si estas propiedades pudieran ser aprovechadas de alguna forma, ayudarían a prevenir algunas enfermedades degenerativas habitualmente asociadas con el envejecimiento.