Para los adultos mayores (60-65 años en adelante), lo más importante es seguir una dieta equilibrada. Dado que es habitual que consuman menos cantidad de alimentos, éstos deben ser los apropiados para aportarles todos los nutrientes necesarios y no perjudicar su salud. El adelgazamiento debe ser una consecuencia virtuosa de este equilibrio y jamás un fin obstinado en sí mismo. (Hay que recordar que la desnutrición es un flagelo típico de la tercera edad.)

En efecto, cuando disminuye la actividad física, se necesitan menos calorías. Al envejecer, se pierde masa muscular y aumenta el porcentaje de grasa corporal. También suele perderse interés por la comida, por varias razones, desde la dificultad creciente para masticar y digerir hasta una menor percepción del sabor, depresión y soledad.

Para lograr una buena nutrición que se adapte a las necesidades dietéticas de los ancianos, se recomienda lo siguiente:

• Consumir preferentemente carnes blancas (pollo, pavo, pescado).

• Disminuir el consumo de azúcar y dulces muy elaborados.

• Consumir leche (preferentemente, desnatada), muchas frutas, legumbres y verduras frescas.

• Evitar el consumo de alimentos precocidos, congelados, fritos (cocinar a la plancha, hirviendo, asando, al vapor).

• Evitar el consumo de grasas de origen animal (mayonesa, mantequilla, tocino); remplazar por las de origen vegetal, como el aceite de oliva.

• Evitar consumir alimentos muy salados o muy condimentados.

• Evitar el consumo excesivo de gaseosas, alcohol y café.

• Consumir mucho líquido (2 litros por día, como mínimo): agua, o en forma de zumos naturales, sopas e infusiones. En verano, esto es fundamental para evitar la deshidratación.

• Hacer 4 o 5 comidas diarias; la última debe ser la más ligera.

• Asegurarse de consumir suficiente hierro (entre 10 y 15 miligramos por día).

Otras recomendaciones paralelas y coadyuvantes son:

• Seguir un adecuado régimen de descanso-sueño.

• Hacer ejercicios suaves, adaptados a la edad: yoga, gimnasia acuática, caminatas, tai chi, etc.

• No dejar de participar en actividades sociales.