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Jorge Grippo

La dieta de la limonada

La dieta de la limonada, más que una dieta para adelgazar, se considera un tipo de ayuno depurativo. Este régimen desintoxicante es conocido también como “Master Cleanse Diet”, y su autor fue Stanley Burroughs (1903-1991), que publicó su libro The Master Cleanser en la década del cincuenta del siglo XX.

Los que suscriben este método afirman que ayuda a eliminar toxinas y descongestionar el organismo, además de perder peso (lógicamente), aumentar la energía y aliviar algunas enfermedades crónicas.

Esta dieta es un plan muy estricto que consiste en tomar, durante por lo menos 10 días, sólo una limonada, preparada con agua, zumo de limones frescos, sirope de arce y pimienta de Cayena. (Se puede agregar té de menta o piel de limón para mejorar su gusto.) Esta bebida remplaza el agua y se debe beber en 8 a 10 vasos por día, fría o caliente.

También se debe tomar un té laxante natural, de hierbas, a la mañana, y otro antes de acostarse, para evitar el estreñimiento que suele producirse al no consumir alimentos sólidos. En las versiones más estrictas de esta dieta, se bebe agua con sal (55 gramos de agua mineral tibia y 2 cucharadas de sal merina) a la mañana.

Al terminar el plan (que va de una semana a un mes, según los practicantes), hay que volver poco a poco a una dieta normal. Primero se deben beber zumos durante un par de días, y luego ir agregando sopas, verduras, y frutas frescas y secas.

Como en todo régimen de ayuno, los primeros días son los más difíciles. Pueden aparecer dolores de cabeza, mareos, náuseas, mal aliento, ojos vidriosos. Luego, el cuerpo se va acostumbrando, pero esto es más riesgoso, porque se pierden grasas pero también nutrientes esenciales (aunque se supone que el sirope los provee).

Sin embargo, los grandes cultores del ayuno afirman que, a medida que éste se prolonga, se van notando sus efectos benéficos: depuración del organismo, profundización de la actividad mental, resurgimiento de una nueva energía.

 

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