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Jorge Grippo

Cómo es la dieta de los abdominales

La dieta de los abdominales, conocida también como “ABS”, es en realidad una guía básica de entrenamiento con ejercicios de fuerza y una nutrición adecuada; se basa en principios que los atletas siguen desde hace años. Permite perder peso, mejorar la salud en general y modelar el cuerpo.

La dieta de abdominales propone comer alimentos sanos, distribuyéndolos en seis comidas diarias, para adelgazar primero el vientre. Enfatiza en lo que se puede comer, y no en la prohibición, lo cual implica un enfoque positivo. Se puede seguir toda la vida, porque es equilibrada y tiene efectos duraderos.

Este régimen enfatiza el consumo de pocas calorías y de comidas que inhiban el apetito. Eso sí, hay que cuidar la ingestión de jarabe de maíz de alto contenido de fructosa, las grasas saturadas, los ácidos grasos trans y los carbohidratos refinados.

Por supuesto, se promueve un plan de ejercicios físicos que interactúa con el método de nutrición. La carencia de abdominales “marcados” no es sólo una cuestión de estética; implica un exceso de grasa mal localizada, perjudicial para la salud.

La realidad es que, para tener abdominales definidos, el porcentaje de grasa corporal debe estar alrededor de un 18% (mujeres) o de un 10% (hombres). Esto se logra con mucha perseverancia en el entrenamiento de cardio y de fuerza, ejercicios abdominales específicos y el plan nutricional adecuado.

 

Los 15 alimentos claves

1. Aceite de oliva. Alto contenido en vitamina E, antioxidante por excelencia, y con grasas “buenas” que ayudan a eliminar las perjudiciales. Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y enlentece el envejecimiento.

2. Alcachofa. Hace que las grasas se digieran con más facilidad, gracias a que contiene cinarina, sustancia que actúa en el nivel hepático y estimula la secreción de la vesícula biliar. Rica en fibra, diurética, con contenido calórico muy bajo.

3. Avena. En copos, aporta energía y fibra. Los carbohidratos complejos que contiene son el combustible ideal para el ejercicio. Su fibra ayuda a producir saciedad y actúa como laxante; aumenta ligeramente el nivel de testosterona, lo que permite ganar músculo con mayor facilidad.

4. Carnes magras. Son la fuente más abundante y mejor aprovechable de proteínas. Elegir cortes con poca grasa (de pollo, ternera, pavo e incluso cerdo). Las vitaminas B contribuyen a una mejor asimilación de las proteínas, y la carnitina y la creatina ayudan a “bajar la barriga”.

Continúa en: La dieta de los abdominales, parte 2

 

 

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