La dieta de los tramposos (Cheater’s Diet, en inglés), es un régimen que incluye hacer “trampa” los fines de semana, y comer no que a uno se le antoje en esos días. Fue creada por el doctor Paul Rivas.

Una de las bases de este régimen es que existen dos razones muy importantes para que la mayoría de las personas fracasen en el sostenimiento de una dieta el tiempo necesario para que esta sea eficaz: el aburrimiento y las excesivas restricciones. Haciendo “trampa” alguna vez se pueden evitar estas contras de toda dieta. Pero, además, el doctor Rivas afirma que, cuando se come abundantemente en el fin de semana, se estimula el metabolismo para que pierda más grasa con mayor rapidez. Esta dieta, además, impulsa a comer 3 comidas principales por día, más 2 pequeñas colaciones entre comidas. También, aplica el método de dividir el plato, y lo hace de la siguiente manera: la mitad, vegetales o frutas; una cuarta parte, carne magra, y la otra cuarta parte, cereales integrales. (Todo esto, durante la semana.) También están permitidos los pescados y los mariscos, y se recomienda el uso de aceite de oliva extra virgen. Los alimentos deben ser bajos en calorías, pero ricos en grasas monoinsaturadas. Indudablemente, este plan de adelgazamiento tiende a inculcar hábitos alimenticios sanos, en cuanto a lo que recomienda ingerir durante la semana (5 comidas bastante equilibradas, etc.). No se restringen muchos alimentos ni se baja drásticamente la cantidad de calorías diarias. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para que una dieta logre la pérdida de peso deseada, y sea sostenible en el tiempo, debe ir acompañada de un plan de ejercicios físicos acorde a la características personales de cada uno. Por otra parte, la “libertad” dada a los fines de semana debe ser tomada “con pinzas”, ya que no está probada científicamente su conveniencia.