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¿Qué es la Dieta Paleolítica?

La dieta paleolítica, también conocida como “dieta del hombre de las cavernas”, se inspira en los hábitos alimenticios de nuestros ancestros durante el período Paleolítico.

Este régimen nutricional busca eliminar de nuestra dieta los alimentos que surgieron tras la Revolución Agrícola, enfocándose en aquellos que se podían recolectar o cazar directamente del entorno natural.

Orígenes y Contexto Histórico

El Paleolítico, que abarca desde hace 2.5 millones hasta hace 11,000 años, fue un tiempo en el cual los humanos vivían como cazadores-recolectores.

¿Te imaginas vivir en un mundo sin agricultura ni productos procesados? Durante este período, las dietas se basaban en carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos y raíces, sin incluir granos, legumbres, lácteos, ni azúcares refinados.

Beneficios Potenciales de la Dieta Paleolítica

La premisa detrás de esta dieta es que el cuerpo humano está mejor adaptado a los alimentos que consumían nuestros antepasados.

Salud a Largo Plazo: Se sugiere que una dieta sin alimentos procesados puede llevar a una mejor salud general y reducción de enfermedades crónicas.

Pérdida de Peso: La alta ingesta de proteínas de alta calidad puede aumentar el metabolismo y facilitar la pérdida de peso.

Sensación de Saciedad: La carne, especialmente la magra, tiende a mantener la sensación de saciedad por más tiempo, lo cual puede ayudar a controlar el consumo calórico.

¿Podría una dieta basada en alimentos naturales ser la clave para una vida más saludable?

Controversias y Críticas

No obstante, la dieta paleolítica no está exenta de críticas:

Accesibilidad: No todos pueden acceder fácilmente a carne de caza o a una variedad amplia de frutas y vegetales frescos.

Sostenibilidad Ambiental: La producción masiva de carne para abastecer a una población global no es sostenible desde una perspectiva ecológica.

Adaptación Nutricional: Algunos argumentan que el cuerpo humano ha evolucionado para digerir y beneficiarse de los alimentos introducidos más recientemente, como los lácteos y los granos.

Pioneros del Movimiento Paleolítico

La dieta paleolítica ganó popularidad gracias a varios investigadores y médicos:

Walter L. Voegtlin fue uno de los primeros en promover este estilo de alimentación en su libro de 1975, “The Stone Age Diet”.

Melvin Konner y S. Boyd Eaton aportaron con estudios y textos que analizaban los beneficios de una nutrición semejante a la de nuestros ancestros.

Loren Cordain popularizó aún más la dieta con su libro “The Paleo Diet”, argumentando que nuestro genoma sigue siendo el de la Edad de Piedra.

¿Podemos realmente aplicar un estilo de vida paleolítico en el siglo XXI?

Dieta paleolítica – Cómo empezar

Lo más conveniente es que el cambio hacia la dieta paleolítica se haga de forma gradual: ir eliminando de a poco los alimentos no paleolíticos y acostumbrándose a hacer “comidas paleolíticas”.

Por ejemplo, se pueden eliminar los lácteos una semana, los cereales a la siguiente, etc. El cambio también se puede hacer por comidas, es decir: una semana, ya tomamos cenas paleolíticas; a la siguiente, agregamos el almuerzo; a la tercera, los desayunos.

Los alimentos no paleolíticos son ricos en carbohidratos refinados, grasas y sal; por ende, resultan muy adictivos. Así que también es posible plantearse el cambio de dieta de un día para otro, pero intentando no disminuir la cantidad de calorías ingeridas. Es decir, no “pasar hambre”.

Lo ideal es hacer tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) con proteínas (carne, pescado, huevos); luego, puede haber colaciones con frutas y/o frutos secos. El intervalo entre las comidas debe ser de unas 3 horas (entre 2 y medio y 4 como máximo).

El desayuno paleolítico es de lo más difícil, porque debe incorporar carne, pescado o huevos (lo acostumbrado es desayunar con pocas proteínas y muchos carbohidratos: una taza de leche con cereales, o un café con leche y un par de tostadas con mermelada). Para hacerlo más sencillo, se pueden emplear carnes y pescados blancos, como pechuga de pollo y merluza, que tienen un sabor más suave y son fáciles de hacer a la plancha. Otra opción son los huevos: cocidos, revueltos, en tortilla, escalfados, etc.

Para el almuerzo, hacer una gran ensalada (lechuga, canónigos, tomate, zanahoria, remolacha, endivia, aguacate, cebolleta, brócoli, col), aderezada sólo con aceite de oliva (virgen) y zumo de limón. Como plato principal, carne o pescado, acompañados con verduras cocidas. De postre, fruta.

En la cena, carne o pescado con verduras o una ensalada. También fruta de postre.

La cantidad de proteína a ingerir debe ser de 1 a 1,5 gramos por kilo de peso corporal. Las carnes y los pescados tienen unos 20 gramos de proteína por cada 100 gramos. Un huevo entero grande tiene unos 7 gramos.

La carne y el pescado se pueden cambiar por tortillas elaboradas con un huevo entero y dos claras más. Una tortilla así, hecha con huevos grandes, tiene 15 gramos de proteínas; por eso, para sustituir una ración de 150 gramos de carne o pescado, se necesitan dos tortillas.

La dieta paleolítica en 12 pasos

A continuación, los 12 pasos que recomienda el doctor Kurt G. Harris para seguir una dieta paleolítica, adelgazante y antiinflamatoria. (Cuantos más pasos se puedan seguir, mejor.) Antes que nada, descansar bien. Evitar las adicciones (comida, alcohol, tabaco).

  1. Eliminar el azúcar, especialmente el que pasa inadvertido (refrescos, zumos, leche); beber agua, y té o café sin endulzar.
  2. Eliminar el gluten de los cereales (trigo, centeno, avena); es una proteína que perjudica el sistema inmunitario (no solamente de los celíacos). Limitar los cereales sin gluten (arroz, maíz), que tienen un alto índice glucémico y son poco nutritivos.
    Eliminar alimentos procesados, en especial los que tienen grasas trans; también, la harina de trigo refinada y sus derivados.
  3. Eliminar aceites vegetales derivados de cereales o semillas (maíz, girasol, sésamo, soja), llenos de toxinas y demasiado omega 6. En cambio, usar ghee, mantequilla, grasas animales (sebo, manteca) o aceite de coco.
    Ser moderado con los frutos secos (cacahuates): tienen mucho omega 6. Elevar el consumo de omega 3 (pescado o suplementos).
  4. Comer 2 o 3 veces al día, hasta sentirse saciado, sin picotear en el medio. Preparar la comida en casa. Practicar ayunos de vez en cuando.
  5. La base de la dieta es comer carne de todo tipo (con su grasa; si es posible, alimentada a pasto, no a cereales), huevos, pescados y mariscos (al menos, un par de veces a la semana).
  6. Consumir hígado de ternera dos veces por semana (aporta vitaminas y colina). La mantequilla es fuente de vitamina K2, como el perejil, el aguacate y las verduras de hoja verde.
  7. Si no se es diabético ni obeso, se puede aumentar la cantidad de hidratos (arroz, maíz, patata) e ingerir menos grasas. La patata y el boniato son alimentos muy energéticos, no dan problemas de tolerancia, y su fibra soluble es más beneficiosa que el salvado (insoluble).
  8. Tomar sol (necesario para metabolizar la vitamina D3 y fijar el calcio).
  9. Comer diferentes verduras y hortalizas, variadas, en cantidad a gusto.
  10. Hacer ejercicio; tanto el de resistencia como el aeróbico traen beneficios.
  11. Tener cuidado con la fruta; su exceso es perjudicial. Evitar las tropicales; que no estén demasiado maduras; no consumirlas en las comidas (con el estómago vacío, se metabolizan mejor los azúcares).
  12. Si se es alérgico a las proteínas de la leche o preocupa su contenido en caseína, tomar mantequilla y quesos curados (buena fuente de vitamina K2); evitar leche, nata y quesos blandos .

Ejemplos Concretos de la Dieta Paleolítica en la Vida Diaria

Desayuno

Opciones Tradicionales:

Huevos Revueltos con Verduras: Utilizando verduras como espinacas, tomates y champiñones.
Frutos Secos y Fresas: Un tazón de almendras, nueces y fresas frescas para comenzar el día con energía.

¿Te imaginas empezar el día con un desayuno que podría haber comido un cazador-recolector?

Almuerzo

Opciones de Comida:

Ensalada de Pollo a la Parrilla: Con hojas verdes, pepino, tomate, aguacate y un aderezo simple hecho de aceite de oliva y limón.
Salmón Asado con Verduras Raíz: Como zanahorias, nabos y papas dulces, todo asado al horno con hierbas frescas.

¿Crees que estos platos podrían mantenerte satisfecho hasta la cena sin los típicos carbohidratos refinados?

Cena

Platos para cenas:

Carne de Res a la Parrilla con Ensalada Mixta: Optando por carne magra como lomo o solomillo, acompañado de lechuga, rúcula, tomate cherry y pepino.
Pescado Blanco con Verduras Salteadas: Pescados como el mero o el bacalao, con un salteado de pimientos, cebollas y brócoli.

¿Sería posible para ti adaptar tu cena a estos ejemplos, evitando los granos y lácteos?

Refrigerios

Snacks saludables:

Frutas de Temporada: Manzanas, peras, o arándanos según la temporada.
Frutos Secos y Semillas: Una mezcla de nueces, almendras, y semillas de calabaza para un snack rápido y nutritivo.

¿Cómo te sentirías al reemplazar tus snacks habituales con opciones paleolíticas?

Adaptación en la Vida Social

Comida para Llevar: Cuando salgas con amigos o al trabajo, opta por ensaladas con proteínas o bowls de verduras y carne.
Restaurantes: Pide platos a la parrilla o al horno, asegurándote de que no estén acompañados de salsas o pan que no encajen en la dieta.
¿Crees que podrías mantener la dieta paleolítica incluso en situaciones sociales donde la comida es un evento?

Ejemplos de Comida para Eventos Especiales

Barbacoa: Carne asada, brochetas de verduras, sin salsas procesadas, quizás solo con especias naturales.

Cumpleaños: Frutas cortadas y presentadas de manera atractiva, carne de cerdo o pollo en pinchos, y una tarta hecha con harina de almendra y endulzada con miel.

¿Puedes visualizar un evento donde todos disfruten de una comida al estilo paleolítico?

Estos ejemplos concretos muestran cómo se puede integrar la dieta paleolítica en la vida diaria, desde las comidas regulares hasta eventos sociales. La clave es la planificación y ser creativo con los alimentos disponibles, siempre manteniendo la base en alimentos no procesados y ricos en nutrientes.

A continuación, se ofrecen 8 menús posibles de la dieta paleolítica.

Menú 1

(70 gramos de proteína, 23 por comida; 1.270 calorías aprox.)

Desayuno: 115 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); pieza o ración de fruta.

Media mañana: pieza o ración de fruta; 30 gramos de nueces (unas 5).

Almuerzo: 115 gramos de carne o pescado; ensalada grande, con zumo de limón y aceite de oliva; pieza o ración de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta.

Cena: 115 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas.

Menú 2

(75 gramos de proteínas, 25 por comida; 1.414 calorías aprox.)

Desayuno: 125 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); pieza o ración de fruta.

Media mañana: pieza o ración de fruta; 30 gramos de nueces (unas 5).

Almuerzo: 125 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; pieza o ración de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta.

Cena: 125 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocinadas; pieza o ración de fruta.

Menú 3

(80 gramos de proteínas, 27 por comida; 1.615 calorías aprox.)

Desayuno: 135 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); pieza o ración de fruta.

Media mañana: pieza o ración de fruta; 30 gramos de nueces (unas 5).

Almuerzo: 135 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; pieza o ración de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta; 30 gramos de almendras (unas 20).

Cena: 135 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; pieza o ración de fruta.

Menú 4

(90 gramos de proteínas, 30 por comida; 1.780 calorías aprox.)

Desayuno: 150 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); 2 piezas o raciones de fruta.

Media mañana: pieza o ración de fruta; 30 gramos de nueces (unas 5).

Almuerzo: 150 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; pieza o ración de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta; 30 gramos de almendras (unas 20).

Cena: 150 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; pieza o ración de fruta.

Menú 5

(95 gramos de proteína, 32 por comida; 2000 calorías aprox.)

Desayuno: 160 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); 2 piezas o raciones de fruta.
Media mañana: pieza o ración de fruta; 60 gramos de nueces (unas 10).

Almuerzo: 160 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; pieza o ración de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta; 30 gramos de almendras (unas 20).

Cena: 160 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; pieza o ración de fruta.

Menú 6

(100 gramos de proteína, 33 por comida; 2.200 calorías aprox.)

Desayuno: 165 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); 2 piezas o raciones de fruta.

Media mañana: 2 piezas o raciones de fruta; 60 gramos de nueces (unas 8).

Almuerzo: 165 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; 2 piezas o raciones de fruta.

Merienda: pieza o ración de fruta; 30 gramos de almendras (unas 20).

Cena: 165 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; pieza o ración de fruta.

Menú 7

(105 gramos de proteína, 35 por comida; 2.400 calorías aprox.)

Desayuno: 175 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); 2 piezas o raciones de fruta.

Media mañana: 2 piezas o raciones de fruta; 60 gramos de nueces (unas 8).

Almuerzo: 175 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; 2 piezas o raciones de fruta.

Merienda: pieza o raciones de fruta; 60 gramos de almendras (unas 40).

Cena: 175 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; pieza o ración de fruta.

Menú 8

(113 gramos de proteína, 37 por comida; 2.680 calorías aprox.)

Desayuno: 190 gramos de carne o pescado blancos (a la plancha); 2 piezas o raciones de fruta.

Media mañana: 2 piezas o raciones de fruta; 60 gramos de nueces (unas 8).

Almuerzo: 190 gramos de carne o pescado; ensalada grande con zumo de limón y aceite de oliva; 2 piezas o raciones de fruta.

Merienda: 2 piezas o raciones de fruta; 60 gramos de almendras (unas 40).

Cena: 190 gramos de carne o pescado; ración de verduras cocidas; 2 piezas o raciones de fruta.

Beneficios para la salud

Beneficios para la Salud de la Dieta Paleolítica

La dieta paleolítica, con su enfoque en alimentos no procesados y naturales, ofrece una variedad de beneficios potenciales para la salud. Aquí algunos de los más destacados:

1. Mejora del Control de Azúcar en Sangre

  • Reducción de Carbohidratos Refinados: Al eliminar los granos y azúcares refinados, la dieta puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa en la sangre, beneficiando especialmente a personas con diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina.
¿Podría este enfoque ser la clave para manejar mejor tu nivel de azúcar en sangre?

2. Pérdida de Peso

  • Mayor Saciedad: La alta ingesta de proteínas y grasas saludables (como las de los frutos secos y el aguacate) puede aumentar la sensación de saciedad, reduciendo el consumo total de calorías.
  • Aumento del Metabolismo: La digestión de proteína requiere más energía, lo que puede acelerar el metabolismo basal y facilitar la pérdida de peso.
¿Te has preguntado alguna vez cómo podría influir en tu peso una dieta libre de alimentos procesados?

3. Mejor Salud Cardiovascular

  • Reducción de Grasas Trans y Saturadas: Al evitar alimentos procesados, se reduce la ingesta de grasas perjudiciales, beneficiando la salud del corazón.
  • Aumento de Ácidos Grasos Omega-3: La carne de caza y el pescado, fuentes comunes en esta dieta, son ricos en omega-3, que son conocidos por sus efectos antiinflamatorios y protectores del corazón.
¿Podría un cambio en tu dieta ser el primer paso hacia un corazón más saludable?

4. Mejor Digestión

  • Menos Inflamación Intestinal: La eliminación de cereales, lácteos y legumbres puede reducir la inflamación en personas con sensibilidades alimentarias o condiciones como el síndrome del intestino irritable.
  • Alimentos Más Nutritivos: La ingesta de frutas y verduras frescas proporciona fibra, vitaminas y minerales que son esenciales para una digestión saludable.
¿Cómo crees que mejoraría tu digestión con una dieta más cercana a lo natural?

5. Reducción de la Inflamación

  • Eliminación de Alimentos Proinflamatorios: Los azúcares y aceites procesados son conocidos por aumentar la inflamación sistémica. La dieta paleolítica reduce o elimina estos elementos.
  • Antioxidantes Naturales: Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación.
¿Imaginas cómo tu cuerpo podría responder a menos inflamación?

6. Mejor Calidad de Piel

  • Nutrición Óptima: La abundancia de vitaminas y minerales puede mejorar la salud de la piel, reduciendo problemas como el acné, la sequedad o la inflamación.
  • Evitar Alimentos Procesados: Estos pueden contribuir a problemas de piel debido a su alto contenido en grasas no saludables y aditivos.
¿Te has planteado que lo que comes podría reflejarse en la salud de tu piel?

7. Salud Mental y Energía

  • Estabilidad de Azúcar en Sangre: Mejora en la regulación de glucosa puede llevar a un mejor control del estado de ánimo y energía a lo largo del día.
  • Nutrientes Esenciales: Un aporte adecuado de ácidos grasos, vitaminas y minerales puede influir positivamente en la función cerebral y la energía.
¿Crees que tus niveles de energía y bienestar mental podrían cambiar con una dieta más alineada con nuestro pasado evolutivo?
Estos beneficios se basan en la idea de que el cuerpo humano está mejor adaptado a los alimentos que consumieron nuestros ancestros cazadores-recolectores. Sin embargo, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de hacer cambios drásticos en la dieta, especialmente si se tienen condiciones preexistentes.

Conclusión

La dieta paleolítica ofrece una perspectiva interesante sobre cómo podríamos comer para optimizar nuestra salud, basándonos en la historia de nuestra evolución. Sin embargo, es crucial equilibrar estas ideas con las realidades de la vida moderna, incluyendo la sostenibilidad, la accesibilidad y las adaptaciones evolutivas recientes del cuerpo humano.

Al considerar adoptar este tipo de dieta, es importante consultar con profesionales de la salud para asegurar que cumpla con las necesidades nutricionales individuales y no cause desequilibrios.

¿Te animarías a probar una dieta que nos conecta tan directamente con nuestros orígenes?

Ver también Cómo es la dieta Seignalet


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