DietasInfo.com

Jorge Grippo

Dieta para perder peso sin pasar hambre

Se puede perder peso sin estar hambriento todo el día, sin píldoras, sin dietas demasiado sofisticadas y difíciles de seguir, e incluso sin ejercicio (¡pero este ayuda mucho…!) 

Para eso, no se necesita un equipo especial o ser un experto en nutrición. Y se puede comer todo lo que uno quiera. Veamos algunos consejos para aplicar.

  1. Empezar por prestar atención al propio cuerpo. ¿Cuándo estamos más hambrientos? ¿Por qué? ¿Cuándo comemos habitualmente? ¿Por qué?
  2. Aprender a reconocer cuándo uno está realmente con apetito. Comer en otros momentos, “porque sí”, es lo que lleva al sobrepeso.
  3. Mantenerse ocupado, de tal manera que solo se coma cuando haya suficiente apetito, y no comer por costumbre a determinadas horas, por hábito.
  4. Comer solo cuando se tenga apetito, pero (y esto es clave) sólo hasta que se deje de tener apetito. La mayoría de las personas como hasta estar “llenas”, pero esto no es necesario.
  5. Comer lentamente: esto hace que el cerebro vaya reconociendo la sensación de saciedad que le envía el resto del organismo.
  6. Si, luego de comer, muy rápidamente se siente apetito de nuevo, no hay problema, se puede comer algo otra vez. Lleva cierto tiempo acostumbrarse a comer sólo lo necesario y dejar de sentir ese apetito “artificial” producido por la costumbre.
  7. No comer por hábito o sólo porque las personas que nos rodean eligen ciertos momentos para comer.
  8. Consumir proteínas sanas, como las que contienen el pescado, los quesos desnatados, el pollo (sin piel), las legumbres. Son saludables, pero también ayudan a perder peso.
  9. Agregar grasas no saturadas a la dieta (aceite de oliva, frutos secos, platas, granos integrales). Está probado que ayudan a quemar las malas grasas.
  10. De este modo, es probable que se coma menos cantidad de comida. Lo importante es saciar el apetito, y no más. Hay que obedecer al cuerpo.
  11. Consumir muchas frutas y vegetales, preferentemente frescos y orgánicos. Dan saciedad y ayudan al metabolismo, además de proveer gran cantidad de nutrientes.
  12. Un poco de ejercicio no viene mal, aunque sean largas caminatas diarias.
  13. Tomar mucha agua. A veces, uno cree que tiene hambre, ¡y en realidad tiene sed!

 

Compártelo
Te puede interesar también
Gordo, enfermo y casi muerto, la dieta de Joe Cross
La dieta cetogénica
Cómo es la dieta genética, segunda parte
← Chía
Fibra →