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Jorge Grippo

La dieta Reiki

Reiki es una palabra japonesa, compuesta por “rei”, que significa “universal”, y “ki”, que significa energía. Se podría traducir y entender, entonces, como “energía (vital) universal”.

Se trata de una terapia alternativa de origen oriental, en la que se busca la sanación de las personas través del milenario procedimiento de acercar las manos al cuerpo del otro, para transferirle energía positiva. (Esto se realiza también en muhcas otras culturas.)

Los cultores de este método afirman que pueden curar enfermedades físicas así como mentales, porque la imposición de manos permite que la energía fluya a las partes nucleares del cuerpo (chakras), que pueden estar dañadas. Sin embargo, otros los recomiendan como complemento, y nunca como sustituto, de la medicina “tradicional”.

Para bajar de peso, el Reiki aconseja varias estrategias, ideales para combinar con un programa nutricional y una rutina de actividades físicas más convencionales.

Un ejercicio específico del Reiki es colocar las manos sobre la cabeza, como sosteniéndola, de pie o sentado, durante diez minutos. Así se favorece la paz mental y se combate la ansiedad que produce apetito. Luego, las manos deben rodear la garganta como “ahorcándola”, para actuar en la glándula tiroides, que regula el peso. Estos ejercicios se repiten durante toda una semana.

La dieta alimenticia, durante los ciclos o conjuntos de sesiones del Reiki, es de “purificación”, y bastante estricta.

Hay que abstenerse de productos pesados y contaminantes: bebidas alcohólicas, café, carnes rojas, pollo, pescados, mariscos, embutidos, condimentos, etc. Se debe beber mucho líquido diariamente. Por supuesto, nada de tabaco o drogas.

Algunos practicantes llevan a cabo esta dieta, muy cercana al ayuno, durante 21 días, 2 o 3 veces por año. Siempre hay que hacerla asesorándose con un médico, para evitar complicaciones de salud por déficit nutricional.

 

 

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